Con verdades a medias, Cormagdalena desconoce problemas en el área que mueve 90% de la carga de Barranquilla
Capitanía del Puerto disminuyó el calado a 8.3 metros entre los kilómetros 11 y 22.
Por José Granados Fernández
Twitter: @JoseGranadosF
Desde el fin de semana, por culpa de Cormagdalena el mal genio de los empresarios portuarios barranquilleros está tan revuelto como las aguas del Mar Caribe por los efectos del huracán Iota.
Tres buques más tuvieron problemas en las últimas horas para dejar o recoger carga en el Puerto de Barranquilla; sin embargo, Cormagdalena, entidad responsable del manejo del río, desconoció lo que sucede entre los kilómetros 11 y 22 e insistió en informar verdades a medias que siguen convirtiéndose en mentiras sobre la operatividad del canal navegable local debido a la sedimentación.
El domingo, el buque Julia venía vacío a cargar 4.100 toneladas en el puerto de Palermo, su calado era de 8.5 metros, pero la Capitanía del Puerto le pidió que lo disminuyera y entró con apenas 7.5 metros.
El segundo barco con dificultades es el granelero Clipper Talent, que llegó calando 8.6 metros. Hace dos días está en Bocas de Ceniza, repleto de toneladas de maíz, pero no ha podido entrar hasta la sociedad Puerto de Barranquilla, en inmediaciones del puente Pumarejo.
A estas instalaciones tampoco pudo llegar de manera directa el Glad Mark, otro granelero. Debió atracar en Compas, antiguo puerto de Cementos Caribe, para aligerando cerca de 3.000 toneladas de su carga, “encareciendo la operación del importador y causándole pérdidas al puerto que era su destino final”, dijo una fuente consultada por Emisora Atlántico y Zona Cero.com.
Pese a las notorias dificultades que generan pérdidas por miles de millones de pesos a puertos barranquilleros, Cormagdalena, a través de su director Pedro Pablo Jurado, expidió un comunicado mentiroso en el que afirmaba que la Capitanía de Puerto había aumentado a 9.7 metros el calado operacional en la Zona Portuaria de Barranquilla, cuando la realidad es otra.
La Capitanía sí aumentó a 9.7 metros el calado entre el kilómetro 0 (Bocas de Ceniza) hasta el 11 (Siape); pero del kilómetro 11 al 22 (Puente Pumarejo) lo bajó a 8.3 y a menos de 8 metros para los barcos de más de 200 metros de largo.
Cuando hace una semana había cuestionado la labor de la Dimar, a través de la Capitanía del Puerto, por no aumentar el calado al antojo de Cormagdalena, Jurado dijo en una declaración:
“Quiero resaltar el trabajo en equipo que se hace hoy en la ciudad de Barranquilla para permitir la mayor condición operativa de los puertos de la ciudad. El avance del dragado ha sido positivo, y celebro que hoy la Capitanía de Puerto permita hoy un mayor calado operacional en cuanto al tramo comprendido entre Bocas de Ceniza y el kilómetro 11”. Y tangencialmente se refirió la sedimentación en el kilómetro 11, sin mencionar que allí había bajado el calado.
Las críticas a Jurado no se hicieron esperar luego de publicar esta misma declaración en Twitter. “No es cierto que hay trabajo en equipo, más bien excluyen a partes interesadas como empresas y gremios”, le reviró en la red social Carlos González Bassi, director de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional, FITAC, gremio afectado por los problemas portuarios. “El señor Pedro P Jurado no se digna a atender convocatoria a reuniones ni contesta mensajes. ¡Qué vergüenza de trabajo!”, recalcó González.
Molesto, un empresario portuario manifestó que “es muy grave que con una draga permanente, con un dragado que cuesta $22.873 millones y está por finalizar, no tengamos el calado operativo de 10.20 metros que dice el contrato; pero es más grave que Cormagdalena desconozca lo que está pasando entre los kilómetros 11 a 22 y esté jugando a la desinformación”.
La endurecida crítica a Cormagdalena se fundamenta en que los puertos que están entre los kilómetros 11 y 22, RiverPort, Bitco, Sociedad Puerto de Barranquilla, Portmagdalena (Zona Franca) y Palermo, en la ribera del departamento del Magdalena, manejan el 90% de la carga que se mueve en Barranquilla.
“¿Cómo es posible que (Pedro Pablo Jurado) se vanaglorie de un mejor calado de 9.7 metros en los primero 11 kilómetros, pero desconozca el desastre que es el 8.3 metros donde se da la mayor actividad portuaria de exportaciones e importaciones? ¿Cómo es posible que Cormagdalena entregue una información que no es cierta para que el Ministerio de Transporte se pronuncie y diga que el dragado contratado permite mantener la actividad portuaria, cuando la realidad es que ésta se encuentra afectada?”, se preguntó otro dirigente.
En ese mismo sentido crítico, el Comité Intergremial del Atlántico rechazó el desconocimiento en el que incurrieron Cormagdalena y el Ministerio de Transporte sobre la disminución del calado.
En un comunicado de 12 puntos, el Intergremial también cuestiona que el multimillonario dragado -contratado por Findeter y aplaudido por Cormagdalena- no ha generado la estabilidad esperada en la actividad portuaria, produciendo sobrecostos en los fletes con pérdidas para exportadores, importadores y la cadena logística por 17.000 millones de pesos; asimismo, ha precipitado el desvío y aligeramiento en otros puertos de 145 mil toneladas, con detrimento económico para los puertos locales y afectando la competitividad de la ciudad.
No es la primera vez que Cormagdalena acude a una noticia falsa para tratar de defender el deficiente dragado contratado con el Consorcio Shanghai - Ingecon 2020. El 25 de abril pasado, informó, sin sonrojarse, que como consecuencia de una “mejora operacional” el barco Rubina había zarpado con 39.959 toneladas de carga, lo que se convertía en un récord para el puerto local. Pero nada era cierto. Emisora Atlántico y Zona Cero.com comprobaron que Jurado dio a conocer una noticia falsa porque el Rubina zarpó con 24.146 toneladas, en medio de las restricciones de un calado de 8.4 metros que existía en la zona de RiverPort.
Mentir es inaceptable, sobre todo en el manejo de las actividades públicas.